viernes, 28 de diciembre de 2012

Las cosas se dicen...y que ardan.



A usted "amigo". Ya que soy para usted una simplona persona que no vale mucho en el mundo le dejo las palabras de un grande. Y le recuerdo que él, antes de ser un grande fue como todos, y como a muchos grandes lo consideraron loco y desadaptado  que siguió su corazonada con convicción y cambió la visión de su tiempo, como tantos otros. A mi sí que me vale madre la mediocridad de quienes prefieren hundirse viviendo de víctimas de sus decisiones y las tratan de pasar desapercibidas escondiéndose en las estructuras formales y el mal genio a flor de piel producto de los fracasos de la vida sin querer mutar a lo positivo. Citando a don Eistein. AGRADEZCO la crisis burda y gratuitamente violenta que me hizo experimentar ayer, por que reafirma mi sentir frente a las relaciones que mantengo con mis amigos y la gente que quiero. Y no esta en mi deseo mantener en mi relaciones íntimas amigos que saquen lo peor de mi, eso es un asco de vida. Si usted es así como es y no quiere cambiar, bien...suerte.
También me hace valorar a quienes mantengo en mi vida, a las personas que sí vale la pena perdonar y a quienes les debo una enorme disculpa por mis acciones. Mi familia por ejemplo, unos guerreros de la vida, unos valientes que hasta hoy no han perdido el brillo ni la esperanza del amor, que pese a los años de mis padres y lo viejos que están, ni a las miles de crisis que vivan, van en busca de la sanación personal de sus propias frustraciones, en camino a la sabiduría. Camino que también siguen mis amigos. 
Gracias "amigo" por tu violencia ! Por me dejó una mar de lucidez frente a mi. Insisto en lamentar que vivas de los defectos de tu carácter y no de las virtudes de tu personalidad. Y espero sinceramente, por el cariño cultivado, por la historia que compartimos, encuentres una nutrida felicidad. 
Yo prefiero, yo deseo cambiar , opto por otra visión, mutar próspera y generosamente, no quedarme anclada en los defectos de mi misma y vivir mis virtudes. Para allá camino, que me reciban los sinceros y sencillos. Los que se desafían a si mismos, los que siguen la voz de su corazón, los que se arriesgan, los que aman pese al miedo y los traumas pasados, los que viven pese al riesgo, los que se aventuran, los que asumen las consecuencias y no las hacen a un lado. Y no ponen el dolor en una balanza para oficiar de mártires si no que que dignamente se las bancan, superan y crecen frente a sus dolores y crisis. Los que son grandes por que así lo han querido, por que han sacado lo mejor de sí para sí mismos y son héroes de sus propias tragedias. Yo me quedo con ellos. Los compañeros de siempre y los que están por venir. Soy grande por que así quiero y para allá me construyo y no necesito la validación del mundo, solo compartirme con mis queridos. Buen viaje compañero.

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